¡Por fin es verano!, exclamas tras un año duro y largo. Os apetece playa, sillas y sombrilla; desconectar y estar pendiente solo del sol, el viento y el rumor de las olas. Y te preguntarás: ¿puedo ir con mi bebé a la playa o la piscina? Tanto si vuestro hijo tiene ya varios meses como si habéis dado a luz hace poco, seguramente querréis aprovechar estos días radiantes, acercarlo al mar, jugar con él en la orilla o sumergiros en la piscina. Si, en cambio, estás embarazada, te dejamos unos consejos por aquí.

No hay duda de que el agua y el sol nos encantan y son sumamente beneficiosos para nuestra piel, nuestros huesos y el estado de ánimo. Nos relaja y nos tonifica, dora nuestra piel y nos hace ver las cosas con optimismo. Sin embargo, aunque tengas muchas ganas de verano, tienes que tener en cuenta una serie de condicionantes y factores que determinarán si este año toca playa/piscina o algo distinto.

¿Pueden ir a la playa los recién nacidos?

Ni a la playa ni a la piscina. La piel de los bebés es sumamente sensible, aún no está configurada para protegerse del sol, del agua salada o del cloro de las piscinas. Por tanto, si el peque tiene menos de ocho meses no es nada recomendable que se exponga a los altos índices de rayos ultravioleta ni se dé un remojo. Una vez pasado ese tiempo, es posible pero con prudencia y dependiendo de las circunstancias.

Las quemaduras solares son altamente peligrosas en los niños mayores, ¡cuanto más en tu bebé! Además, aunque lo coloques bajo la sombrilla o con distintas protecciones (camiseta, gorrito, etc.) es posible que los rayos indirectos le alcancen. La protección solar, que cuando sean más mayorcitos será totalmente imprescindible, no está indicada para niños menores de seis meses, pues su piel aún es demasiado delicada y fina como para absorberla. Así que la playa no es buena idea si el bebé está aún en ese periodo.

Tampoco lo es la piscina, aunque sólo pienses estar en el césped y renunciar al chapuzón. Igualmente, el sol puede generar reaccionas adversas. Por no hablar del cloro, una sustancia para la que la piel de los recién nacidos no está preparada.

 

¿Puedo ir con mi bebé a la playa o la piscina?

 

Matronatación, una alternativa para los recién nacidos.

 

Si no quieres renunciar a disfrutar del agua en verano con tu recién nacido, la matronatación es una alternativa ideal que ha ido ganando adeptos en los últimos años. Esta actividad pensada para los bebés y sus padres se desarrolla en piscinas en las que los niveles de cloro están controlados para que no afecten a las vías respiratorias. La higiene y la seguridad es máxima para evitar precisamente los problemas en la piel y las vías respiratorias de los niños en las piscinas normales.

Esta experiencia original e irrepetible es una oportunidad magnífica para ver qué bien se desenvuelve tu pequeñ@ en el medio acuático. Los recién nacidos aún conservan la capacidad de sumergirse en el agua sin problemas debido a que no hace mucho han pasado nueve meses en el líquido amniótico. Esta actividad les ayuda a fortalecer la musculatura, mejorar la cognición, ganar en confianza y sobre todo disfrutar contigo.

 

¿Qué beneficios tiene la playa y la piscina en bebés mayores de un año?

 

Como decimos, antes de los ocho meses es muy poco aconsejable que lleves a tu hij@ a la playa. A partir de ahí, y con las debidas precauciones especialmente cuanto más corta es la edad, no queremos que renuncies ni a la playa ni a la piscina. De hecho, te animamos a ir con los tuyos y con el peque de la casa.

Los beneficios del agua de mar y del sol o de un día de relax en la piscina son muchos y muy variados. Estos son algunos de los que destacamos:

  • Los niños aprenden jugando: miran, tocan y descubren las olas y la arena; eso fomenta su curiosidad y capacidad de exploración.
  • Una vez su piel es más estable, la sal del agua es beneficiosa para su piel por sus propiedades. Lo mismo sucede con la brisa marina, que además es buena para las vías respiratorias. En combinación con el sol, aumenta sus defensas y favorece el crecimiento.
  • Tras un día de playa o piscina, tu niño dormirá mejor, tendrá más apetito y mejor ánimo. La presión arterial se habrá regulado y volverá a casa con esa sensación de plenitud y cansancio que tanto necesitáis todos.
  • El ejercicio, como siempre, fortalecerá sus músculos y sus capacidades motoras. Correr, nadar, gatear y disfrutar del entorno sirve para que conozca nuevas capacidades y se haga dueño de nuevos entornos.

 

precauciones con bebe en verano sol

 

Consejos para estar en la playa o en el agua con mi bebé

 

Y ahora, escucha bien estos consejos para las vacaciones con el peque en la playa. Porque disfrutar de la playa y de la piscina no está reñido con dedicar un poco de atención y cuidado. Así evitarás problemas y la experiencia será completa.

Protégelo del sol: No olvides aplicar una crema solar infantil resistente al agua ni colocarle camisetas y gorras una vez estén fuera del mar o el vaso. La crema debe aplicarse una media hora antes de salir de casa y ha de ser de factor 50 como mínimo. Contar con sombrilla también es importante. Y para los pies, cangrejeras para que no se corte.

Horarios light: El sol en las horas centrales del día pega muy fuerte y hace mella en la piel de un niño pequeño. Por eso es mejor ir por la mañana o al atardecer, evitando la franja de 12:00 a 16:00.

Dale confianza: Si tu hij@ se enfrenta a su primer baño, sé paciente y muéstrale cariño y seguridad. Poco a poco irá trabando conocimiento con el agua, metiendo un pie y luego el otro, hasta que antes de que te des cuenta se haya aventurado dentro.

No le quites el ojo: Es de cajón, pero aun así lo decimos. Una playa o una piscina son un entorno que puede acarrear algunos peligros para un bebé. Por eso, estate siempre pendiente y evitarás caídas y chapuzones molestos en la rompiente que le hagan llorar. En la piscina especialmente es super importante evitar resbalones o caídas en los bordes.

Eso es todo. Con esto y un lote de palas y cubos ya estás lista para disfrutar del verano con la persona que más quieres. ¡Al agua!