¿Qué es el “baby led weaning”?
El destete es un proceso natural en el desarrollo de los bebés que puede generar dudas y miedos en las madres. ¿Cuándo tengo que destetar? ¿Cómo hacerlo? En este camino, el niño tiene que pasar de alimentarse exclusivamente de leche a introducir novedades en su dieta, entre ellas, los sólidos. Una técnica que está muy de moda por todos los beneficios que aporta a los bebés a nivel digestivo y cognitivo es el Baby Led Weaning. Si al terminar nuestro artículo sigues teniendo dudas, no te preocupes, nuestras Salus pueden orientarte en este proceso.
Lo más habitual hasta ahora es que sean los padres quienes lideren este cambio, siempre atentos a que su bebé comience a reconocer texturas. Ahí empiezan los problemas, la guerra diaria para conseguir familiarizar al pequeño con alimentos que resultan extraños para él. El clásico “avioncito” de la cuchara.
Normalmente, los purés y los potitos hacen de puente entre la leche materna o de fórmula y los sólidos. Pero ese paso intermedio es precisamente lo que el “baby led weaning” quiere ahorrarte. El “baby led weaning”, conocido en español como el “destete dirigido por el bebé”, es una práctica que ha ido ganando peso en los últimos años y que aspira a conseguir que tu niño se familiarice, él solito, por iniciativa propia, con los alimentos sólidos.
Se acabaron las guerras, ahora es el peque el que decide.
¿Cuándo y cómo dejar que tu bebé se lance a los sólidos?
La Organización Mundial de la Salud recomienda que en los primeros seis meses el niño se nutra exclusivamente mediante la lactancia materna. No hay fórmulas cerradas y muchas madres prefieren introducir novedades ya desde los cuatro meses o con posterioridad. Sea como sea, alrededor del medio año de vida, llegará la hora de enfrentarse a los alimentos sólidos.
Como hemos dicho, el “baby led weaning” no sólo acaba con los purés como etapa de transición, sino con el papel de los padres de director de orquesta a la hora de comer. Se trata de colocar directamente distintos tipos de alimentos delante del bebé y que sea él quien elija y se familiarice poco a poco con ellos. Es el niño con sus propios dedos y su experimentación quien juguetea, duda y se lanza a probar texturas y sabores que antes había que ponerle casi a la fuerza en la boca.
Ojo, esto no quiere decir que se acabó la leche u otros complementos de este tipo. Sencillamente, es un inicio hacia la alimentación autónoma.
Ventajas del destete dirigido por el bebé
Los expertos han señalado una gran cantidad de ventajas en el destete dirigido por los bebés. Ahí van algunos ejemplos:
- Facilita la adaptación y exploración: el bebé se va familiarizando por sí mismo con aromas, colores, texturas y sabores que antes no conocía. Sin nadie que lo presione, se lanza a explorar.
- Contribuye a afinar la motricidad y la masticación: con el destete dirigido, el niño desarrolla la coordinación, sus propias habilidades y destrezas en relación a manos y ojos. Además, fortalece las habilidades masticatorias, aún débiles a esa edad.
- Fomenta la autorregulación: el pequeño comerá hasta saciarse y aprenderá a relacionarse con el apetito poco a poco sin necesidad de que sean los padres quienes interpreten la cantidad de alimento que necesita.
- Refuerza hábitos alimenticios: con el “baby led weaning” el niño establece preferencias y ritmos que pueden contribuir a que adquiera más rápido y mejor una serie de hábitos en la comida.
Y esto sólo desde el punto de vista del desarrollo infantil. Pero las ventajas para los padres no son pequeñas tampoco. Entre ellas, liberarse de tiempo de dedicación para elaborar purés o ahorrarse disgustos a la hora de intentar que el bebé coma lo que no quiere por más que se lo pongan delante.
Alimentos recomendados para introducir los sólidos a un bebé
Lo principal en este punto es que tengas en cuenta que los alimentos no pueden ser especialmente duros, pues tu bebé, a falta de dientes, los masticará con las encías. El grosor es importante también para evitar atragantamientos. Sin embargo, es bueno que los alimentos se presenten en tiras o bastoncillos que permitan al pequeño manipularlos y llevárselos a la boca.
Las comidas pueden ser muy diversas y variadas, de fruta a carne, legumbres y vegetales. Te damos algunas ideas:
- Plátano
- Aguacate
- Brócoli
- Trozos de tortilla francesa
- Zanahoria
- Tiras de pollo
- Salmón desmenuzado
Las combinaciones son muy variadas. Únicamente debes pensar que tienen que estar blanditas y preparadas para facilitar la tarea a tu hijo. Alimentos cocidos o al vapor son especialmente indicados en esta tarea. Poco a poco, ve introduciendo aportes de calorías, hierro, zinc, proteínas y grasas saludables. Para bebés prematuros, ten en cuenta sus características especiales: aquí te contamos más sobre la alimentación en bebés prematuros.
Peligros del “baby led weaning”
Dejar que el niño lidere la transición hacia los sólidos no significa, como es obvio, que te desentiendas completamente del proceso. Sencillamente, estar ahí para observar y guiar la experimentación de tu bebé.
El mayor de los peligros es el atragantamiento. El niño está reconociendo tamaños y cantidades que exceden mucho lo habitual hasta el momento. Es necesario estar siempre pendiente para evitar que se produzcan problemas a la hora de deglutir, pero sin encender las alarmas al mínimo amago. Esto puede asustar al propio bebé que, en condiciones normales, probablemente sea capaz de solventar los problemas. Hay que darle tiempo para aprender, sin atosigarle ni caer en una continua aprensión. Te sorprenderá la habilidad de tu pequeño con los dedos y la boca, aunque a veces se manifiesten arcadas, toses, etc.
Pero, claro está, que estés allí, con calma pero alerta, evitará problemas mayores. Si la comida se atraganta en la tráquea puede provocar la asfixia del niño. Es bueno que conozcas esta guía de primeros auxilios para bebés.
Por último, debes tener en cuenta que en niños con problemas de desarrollo o neurológicos el “baby led weaning” no es la mejor opción, pues aún no han adquirido las capacidades motoras para liderar el proceso de destete. En estos casos, es aconsejable iniciar al bebé en los sólidos a la manera tradicional.