Los mejores trucos para enseñar a dormir al bebé
El momento de irse a dormir no debería llegar a convertirse en un conflicto entre tu hijo y tú. Por ello, es fundamental que, desde el principio, le inculques correctos hábitos de sueño. Mantener una cierta regularidad horaria o un ambiente adecuado en la habitación del bebé pueden ayudarte a enseñar a dormir a tu hijo. Te preguntarás por qué hay que enseñar a dormir al bebé, si dormir es, precisamente, lo que más y mejor parece hacer el bebé, al menos, durante sus primeros meses de vida.
Cuando el bebé acaba de nacer, es cierto que puede llegar a dormir durante muchas horas. Aunque se despierten frecuentemente, lo habitual es que los bebés duerman, aproximadamente, un total de 16 horas al día los primeros tres meses de vida. Conforme van creciendo, los bebés espacian más sus siestas diurnas y se despiertan menos por la noche. Normalmente, al año ya distinguen perfectamente la noche del día y duermen toda la noche de un tirón.
A algunos niños les cuesta más que a otros adaptarse a este proceso, por lo demás, natural. Se puede prevenir la aparición de trastornos del sueño enseñando al bebé, desde pequeño, correctos hábitos de sueño. Recuerda, dormir es muy importante para el crecimiento de tu hijo. Durante el sueño, además de descansar, el organismo del bebé realiza funciones estrechamente relacionadas con su crecimiento y la maduración de su cerebro. Por ello, el momento de irse a dormir nunca debería suponer un conflicto para tu bebé.
Ayuda al bebé a dormir mejor
Es recomendable mantener cierta regularidad horaria. Acuesta a tu bebé, cada día, más o menos a la misma hora. Procura también despertarlo más o menos a la misma hora. La rutina ayuda a los bebés a adaptarse a los cambios. No acuestes a tu bebé si crees que tiene hambre. Puede que, al principio, se quede dormido, pero el bebé hambriento se despertará durante la noche con más facilidad. Despertarse continuamente es también incómodo para el bebé, que no puede controlarlo:
– No conviene, tampoco, acostar al bebé con el estómago lleno. Si el bebé tiene la tripa llena, probablemente le cueste dormirse. Además, esta circunstancia favorece que se despierte durante la noche.
– Es mejor no realizar actividades que exciten o estimulen a nuestro bebé durante las 2 horas previas al sueño. Realizar actividades relajantes, o dejarle a su aire, durante las horas que preceden al sueño, ayudará al bebé a comprender cuando le corresponde irse a dormir.
– Evita las siestas muy prolongadas o tardías. Las siestas de más de tres horas pueden interferir en el sueño nocturno del bebé. También ayudarás a tu bebé a coger el ritmo de los adultos asegurándote de que permanezca despierto las tres horas que preceden a la hora de dormir.
– Todo esto, sumado a que el ambiente del cuarto sea tranquilo, los ruidos mínimos y la temperatura adecuada (19º-20º será suficiente) hará que tu hijo se adapte a sus propios cambios sin el menor problema.
Patrones de sueño típicos de un recién nacido
Los recién nacidos duermen mucho, aproximadamente entre 16 y 17 horas al día. Pero casi nunca duermen durante más de tres a cuatro horas seguidas, de día o de noche, durante las primeras semanas de vida. En consecuencia, tu también tendrás un horario muy irregular, y agotador. Como has de responder a todas las necesidades de tu recién nacido, tendrás que levantarte varias veces cada noche para alimentar, cambiar y calmar a tu bebé.
Los ciclos de sueño de un bebé son mucho más cortos que los de los adultos, y los bebés pasan más tiempo en sueño de tipo REM (durante el cual los ojos se mueven con rapidez detrás de los párpados). Se cree que el sueño REM es necesario para el extraordinario desarrollo que se está produciendo en su cerebro. El sueño REM es más liviano y se interrumpe con más facilidad. Es una fase necesaria para tu bebé y no dura mucho, ¡aunque puede parecerte que dura una eternidad cuando estás siempre muerta desueño!
¿Qué pasará después con sus patrones de sueño?
Entre las 6 y 8 semanas de edad, la mayoría de los bebés empiezan a dormir durante periodos más cortos durante el día y periodos más largos durante la noche, aunque por lo general se siguen despertando para comer durante la noche. También tienen ciclos más cortos de sueño REM, y periodos más largos de sueño profundo. Entre los 4 y los 6 meses, según los expertos, la mayoría de los bebés son capaces de dormir entre 8 y 12 horas seguidas durante la noche. Algunos bebés empiezan a dormir durante un periodo largo durante la noche desde las 6 semanas, mientras que otros bebés no llegan a esa etapa hasta que tienen 5 o 6 meses, y otros se siguen despertando por la noche hasta después de cumplido el año. Si tu objetivo es enseñar a tu bebé a dormir toda la noche seguida más pronto, puedes enseñarle hábitos saludables de sueño desde el principio.
Cómo puedes establecer hábitos de sueño saludables
Aquí tienes algunos consejos para ayudar al bebé a dormir:
Aprende cuáles son las señales que indican que está cansado.
Durante las primeras seis a ocho semanas, el bebé no podrá permanecer despierto más de dos horas. Si esperas más para acostarlo, estará demasiado cansado y podría tener problemas para quedarse dormido.
Obsérvalo para detectar las señales de que está somnoliento. ¿Se está frotando los ojos, se está tocando las orejas, o está más irritable que de costumbre? Si notas éstas u otras señales de que tiene sueño, llévalo en seguida a la cuna. Pronto desarrollarás un sexto sentido acerca de los patrones y ritmos diarios de tu bebé, y sabrás instintivamente cuándo está listo para dormir.
Comienza a enseñarle cuál es la diferencia entre el día y la noche.
Algunos bebés son búhos nocturnos (algo que quizás te haya insinuado el tuyo durante el embarazo con sus acrobacias mientras intentabas dormir) y están muy despiertos justamente cuando es hora de irse a dormir. Durante los primeros días no podrás hacer demasiado al respecto. Pero una vez que tu bebé tenga aproximadamente 2 semanas, puedes empezar a enseñarle a distinguir entre la noche y el día. Cuando esté alerta y despierto durante el día, juega con él todo lo que puedas, mantén la casa y su habitación con mucha luz, y no te preocupes por minimizar los ruidos regulares del día, como el teléfono, la televisión, o el lavavajillas. Si tiende a dormir mientras lo alimentas, despiértalo. Por la noche, no juegues con él mientras se despierte. Mantén las luces y el nivel de ruido bajos, y háblale poquito y en susurros. En poco tiempo debería empezar a comprender que la noche es para dormir.
Considera empezar una rutina para ir a la cama.
Nunca es demasiado pronto para empezar una rutina para ir a la cama. Puede ser algo sencillo, como ponerle un pijamita, cantarle una canción de cuna, y darle un beso de buenas noches.
Dale la posibilidad de quedarse dormido por sí solo.
Cuando tenga de 6 a 8 semanas, comienza a darle la posibilidad de que se duerma por sí solo. ¿Cómo? Acuéstalo cuando esté somnoliento pero todavía despierto (Dormir toda la noche). Se aconseja no mecer ni amamantar al bebé para que se duerma, incluso a esta edad temprana. «Los bebés están aprendiendo hábitos de sueño. Si meces a tu hijo para que se duerma todas las noches durante las primeras ocho semanas, ¿por qué va a esperar después que hagas algo diferente?».
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2 Comments
Gabriella
Ne pense que era tal y como acabo de leer aquí, gracias por el
aporte admin salu2
PequeSalus
Gracias a ti Gabriella 🙂
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