La piel del bebé está amarilla ¿Esto es normal?
Si la piel del bebé está amarilla, este color amarillento de la piel es ictericia, un problema de la piel del recién nacido. Es una condición presente en alrededor del 50 al 60 por ciento de los bebés que nacen a término durante la primera o segunda semana de vida. De hecho, prácticamente todos los bebés recién nacidos presentan algo de ictericia pero no siempre es perceptible. Para la mayoría de los bebés, se trata de una condición temporal e inofensiva que desaparecerá por sí sola o con un ligero tratamiento. No obstante, en raras ocasiones puede ser muy grave, por lo cual es importante estar bien atento a ella.
¿Cuál es la causa de la ictericia?
La piel del bebé está amarilla cuando la sangre presenta altos niveles de un pigmento llamado bilirrubina. Cuando los glóbulos rojos viejos se descomponen, uno de los productos derivados que crean es la bilirrubina. Todos tenemos bilirrubina en la sangre, y normalmente el hígado la procesa y luego se elimina con las heces. Antes de que tu bebé naciera, tu hígado se ocupaba de procesar su bilirrubina. Ahora el hígado del bebé necesita tiempo para asumir la tarea, por eso el pigmento se acumula en su sangre y su piel adquiere el color amarillento de la ictericia.
Este tipo de ictericia, conocida como ictericia fisiológica, generalmente aparece en el segundo o tercer día de vida del bebé y desaparece por sí sola en el transcurso de dos semanas. En el caso de los bebés prematuros, alcanza su nivel más alto entre los cinco y siete días y puede tardar hasta dos meses en desaparecer.
El color amarillo tiende a aparecer primero en la cara del bebé, después suele descender hasta el cuello y el pecho y sigue bajando hasta que, en casos extremos, llega a los dedos de los pies.
¿La piel del bebé está amarilla por culpa de la lactancia?
Si se está amamantando, el bebé podría presentar ictericia si no recibe suficiente leche. Esto se debe a que si no está ingiriendo el líquido necesario, posiblemente no pueda eliminar el excedente de bilirrubina a través de las heces. En caso de sucederle esto al bebé, tendrás que comentárselo al médico. También puede que necesites la ayuda de una consejera de lactancia. Si el bebé no está recibiendo suficiente leche, al mejorar la forma de dar el pecho, y dárselo con más frecuencia o complementar la lactancia con leche de fórmula, la ictericia seguramente desaparecerá.
Algunos bebés manifiestan lo que se conoce con el nombre de «ictericia por leche materna» durante las primeras semanas. Generalmente se diagnostica cuando el recién nacido tiene entre 7 y 11 días. Si bien puede ser que el bebé se esté alimentando bien y esté subiendo de peso normalmente, quizás alguna sustancia en la leche materna interfiera con su capacidad de procesar la bilirrubina. Esto suele suceder al mismo tiempo que la ictericia fisiológica y puede continuar durante varias semanas o incluso meses.
No obstante, es bastante común en los bebés que se alimentan exclusivamente de leche materna y, generalmente, se considera inofensiva. Si los niveles de bilirrubina del bebé suben mucho, quizás el doctor recomiende a la madre que deje de amamantarlo durante uno o dos días para hacer que bajen. La mamá puede usar un extractor o bomba de leche para que su organismo siga generando leche durante este tiempo y, una vez que hayan disminuido los niveles de bilirrubina del pequeño, podrá comenzar a darle el pecho nuevamente.
¿Cuál es el riesgo de la ictericia?
En la gran mayoría de los casos en que la piel del bebé está amarilla, la ictericia no es motivo de preocupación. Pero si los niveles de bilirrubina suben mucho porque la ictericia se deja sin tratar y los niveles continúan aumentando, se puede producir un daño permanente en el sistema nervioso del bebé. Un porcentaje muy pequeño de recién nacidos con ictericia presentan una complicación conocida como ictericia nuclear o kernícterus, la cual puede ocasionar sordera, retraso en el desarrollo o un tipo de parálisis cerebral.
¿Hay pruebas para detectar la ictericia?
El equipo médico examinará al bebé en cuanto nazca para ver si presenta síntomas de ictericia. Lo ideal es que lo vuelvan a revisar entre tres y cinco días altos. Si hay indicaciones de que tiene ictericia, el médico seguramente le hará una prueba cutánea o un análisis de sangre para verificar sus niveles de bilirrubina. Si presenta ictericia en las primeras 24 horas le hará el estudio con toda seguridad, porque la ictericia que aparece en ese momento tiene más posibilidades de representar un problema. No obstante, si dieran el alta a la mamá rápidamente después del nacimiento,
puede que una vez en casa le aparezca la ictericia y sea ella la primera en notarlo. Para comprobar si el bebé la tiene es necesario que la mamá haga lo siguiente: llevar al bebé a una habitación que tenga mucha luz natural o fluorescente. Si tiene piel blanca, presiona el dedo sobre su frente, nariz o pecho y fíjate cuando dejas de presionar si su piel tiene un tono amarillento. Si es de piel oscura, observa si tiene un color amarillento en sus encías o en la parte blanca de los ojos.
¿Debería llamar al pediatra?
Sí. Tienes que consultar con el pediatra si la piel del bebé presenta un color amarillento, especialmente si la parte blanca de los ojos, la tripita, los brazos o piernas están amarillos. También hay que llamar al doctor si el bebé tiene ictericia y le cuesta despertarse, se pone muy nervioso o no quiere comer, y si presenta tan sólo una ligera ictericia durante más de tres semanas.
Cuándo se considera que la ictericia es grave?
Si el bebé manifiesta ictericia en las primeras 24 horas después del nacimiento, se considera siempre que es grave y necesitará un control riguroso y tratamiento. Sin embargo, este tipo de ictericia es poco común y generalmente se debe a una incompatibilidad de tipo sanguíneo entre la mamá y el bebé. Si tienes sangre tipo O o RH negativo, es posible que sea incompatible con el tipo de sangre del bebé. Durante la primera visita prenatal, el médico seguramente habrá verificado el tipo de sangre para ver si presentaba esta clase de riesgo. Sin embargo, no hay manera de saber con certeza si la sangre y la del bebé son incompatibles hasta que el niño nazca y se pueda saber qué tipo de sangre tiene.
Si el doctor cree que puede haber incompatibilidad sanguínea entre el bebé y la madre, extraerá una muestra de sangre del bebé cuando nazca para saber qué tipo de sangre tiene. Algunos médicos no hacen el análisis de sangre hasta que el bebé presenta signos de ictericia, ya que puede ser que esté bien aun si los tipos de sangre no son compatibles. También te hará una «prueba de Coombs» para averiguar si las células sanguíneas del niño han sido afectadas a causa de una incompatibilidad, y si, como consecuencia, se produjo ictericia. Si se determina que el bebé efectivamente presenta una incompatibilidad sanguínea o la prueba de Coombs da positiva, le hará controles rigurosos de ictericia. La ictericia durante las primeras 24 horas de vida del bebé también puede deberse a complicaciones graves como por ejemplo trastornos hepáticos, biliares e intestinales, una infección, un fuerte traumatismo durante el parto o un nacimiento demasiado prematuro (nacimiento antes de la semana 28 de gestación).
¿Cómo se trata la ictericia?
En la mayoría de los casos en que la piel del bebé está amarilla, la ictericia no necesita tratamiento pero, en caso de que lo requiera, se considera que la fototerapia (terapia con luz) es muy segura y efectiva: colocar al bebé bajo luces azules («bililuces») desnudo en la cunita, con los ojos tapados, muchas veces da resultado, debido a que la luz ultravioleta hace que la bilirrubina se transforme en una sustancia que el niño pueda eliminar más fácilmente a través de la orina. Otra opción consiste en envolverlo en una manta de fibra óptica para fototerapia de recién nacidos.
La fototerapia suele ser efectiva, pero si el bebé presenta un cuadro grave de ictericia o si sus niveles de bilirrubina continúan aumentando a pesar de la fototerapia, posiblemente necesite que lo internen en una unidad de terapia intensiva para hacerle una transfusión de sangre, que recibe el nombre de «exanguinotransfusión».
Otra cosa que la madre puede hacer para ayudar a reducir la ictericia es asegurarse de que el bebé esté ingiriendo abundante leche materna o de fórmula, de manera tal que evacue con frecuencia. Si detectas la posibilidad de que el niño tenga ictericia, que los padres, hablen con el doctor y así podrán estar seguros de que estás tomando las medidas adecuadas para que vuelva a estar saludable otra vez.
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