¿Qué es el síndrome de muerte súbita del bebé o SIDS?
El síndrome de muerte súbita del bebé (SIDS por sus siglas en inglés) no es una enfermedad ni una dolencia. También se conoce en otros países como Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Es el diagnóstico utilizado cuando un niño menor de un año muere repentinamente y no se puede determinar una causa exacta de su muerte, aun después de realizar una investigación médica y legal exhaustiva, incluyendo una autopsia. Este síndrome puede ser particularmente devastador para las familias debido a que ocurre inesperadamente.
El síndrome de muerte súbita es la causa principal de muerte de bebés de entre 1 mes y 1 año de edad en los EE.UU. Aproximadamente 2.300 bebés mueren por SIDS en los EE.UU. cada año. Este síndrome afecta con más frecuencia a bebés que tienen entre 1 y 4 meses de edad, y en el 90 por ciento de los casos a bebés de menos de 6 meses.
También se conoce al SIDS como «muerte en la cuna» porque sucede con mayor frecuencia mientras los bebés duermen, generalmente entre las 10 de la noche y las 10 de la mañana. Sin embargo, el SIDS no sólo sucede durante la noche.
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¿Cuál es la causa de la muerte súbita?
Los investigadores han aprendido mucho sobre el SIDS en las últimas tres décadas, pero todavía no tienen una respuesta definitiva a esa pregunta. La mayoría de los expertos creen que la muerte súbita sucede cuando un bebé tiene una vulnerabilidad subyacente (por ejemplo, un funcionamiento anormal o inmaduro del corazón o de su aparato respiratorio) y, está expuesto a ciertos factores de riesgo (como dormir boca abajo o con ropa de cama blanda o acolchada, durante un periodo crucial de su desarrollo. Un estudio publicado en 2010 en la revista Journal of the American Medical Association, indica otra posible vulnerabilidad.
Los investigadores encontraron que los bebés que habían fallecido por muerte súbita tenían niveles de serotonina en el tallo encefálico, más bajos de lo normal. La serotonina regula la respiración, el ritmo cardiaco y la presión sanguínea mientras dormimos. Los expertos continúan estudiando el cerebro, el sistema nervioso autónomo, los ambientes en los que los bebés duermen, y donde se los cuida, las infecciones e inmunidad y la genética, en busca de respuestas.
¿Qué bebés presentan un mayor riesgo?
Aunque nadie sabe con certeza cuál es la causa del síndrome de muerte súbita del bebé, se han identificado algunos factores de riesgo. Éstos incluyen:
- Bebé nació prematuro o con un muy bajo peso.
Cuanto más prematuramente nazca el bebé, mayor será el riesgo de que sufra el síndrome de muerte súbita. De la misma manera, cuanto más bajo sea su peso al nacer, más alto será el riesgo.
- Nacer de una madre que tiene menos de 20 años.
El riesgo de SIDS también aumenta para los bebés de madres adolescentes.
- Tener muchos hermanos, particularmente si se llevan poca edad.
El riesgo de SIDS aumenta con cada bebé que tienes. Además, mientras más corto sea el intervalo entre tus embarazos, mayor será el riesgo de que tu bebé padezca SIDS.
- Sufrir un episodio que aparentemente puso en riesgo su vida
Los bebés que han pasado por una circunstancia que puso en peligro sus vidas (el bebé dejó de respirar, se puso pálido, azul y fláccido y necesitó resucitación) corren más riesgo de padecer SIDS
- Sexo
Los varones de todos los grupos étnicos tienen un riesgo levemente mayor que las niñas, en proporción de 1,5 a 1.
¿Cómo se puede reducir el riesgo de muerte súbita para el bebé?
No existe una manera garantizada de prevenir el síndrome de muerte súbita, pero puedes disminuir enormemente el riesgo del bebé, si sigues las recomendaciones de la AAP, que se indican a continuación. De hecho, si sigues estas recomendaciones disminuirás el riesgo de cualquier tipo de muerte relacionada con el sueño del bebé como estrangulación o asfixia, por ejemplo.
¿Se debe acostar al bebé boca arriba para dormir?
Ésta es la medida más importante que puedes tomar para ayudar a proteger al bebé. El índice de muertes causadas por el SIDS ha disminuido un 50 por ciento desde 1994.
Varios estudios han encontrado que el riesgo de SIDS en un bebé es 1.7 a 12.9 más alto si duerme boca abajo en lugar que boca arriba. Cuando un recién nacido duerme boca abajo tiene más probabilidades de recalentarse, de tener pausas en la respiración, y de volver a respirar el aire que recién ha exhalado, que carece de oxígeno.
También es muy importante que no pongas al bebé a dormir de costado en lugar de boca arriba, porque puede acomodarse después fácilmente boca abajo. Naturalmente, cuando el bebé tenga 5 ó 6 meses de edad ya podrá en ambas direcciones, y será un reto mantenerlo boca arriba por la noche. Sin embargo, a esa edad el riesgo del SIDS comenzará a disminuir; por lo tanto, a partir de esa edad, acuéstalo boca arriba, y luego no te preocupes si se da la vuelta. Solamente asegúrate que no haya cosas blandas (como edredones o muñecos de peluche) en su cuna que pudieran incrementar el riesgo de SIDS o asfixia.
Ten en cuenta que acostar al bebé boca arriba todo el tiempo puede hacer que se desarrolle una parte plana en la parte de atrás o en el costado de su cabeza, llamada plagiocefalia o síndrome de la cabeza plana. Puedes prevenirlo asegurándote de que pase una buena cantidad de tiempo boca abajo, echado sobre su pancita, cuando esté despierto, para ayudarlo a desarrollar los músculos de su cuello apropiadamente y darle un descanso a la parte de atrás y los lados de su cabecita.
Colchón y la ropa de cama
Acuesta al bebé en un colchón firme y plano sin almohadas, juguetes ni otra cosa salvo una sábana ajustable sobre el colchón (está bien si colocas un protector delgado para el colchón debajo de la sábana). Diversos estudios vinculan los materiales y las superficies blandas para dormir con un alto riesgo de SIDS. Entre éstos se incluyen cobertores, edredones, sofás, camas de agua o esos asientos suaves rellenos de bolitas que adoptan la forma del que se sienta. Hay que advertir a los padres que el dormir con el bebé en un sofá o sillón individual aumenta el riesgo de SIDS y sofocación. Incluso la mayoría de los colchones regulares para adultos no son seguros porque suelen estar cubiertos con ropa de cama acolchada.
Algunos grupos para la prevención del SIDS sugieren no cubrir al bebé con ningún tipo de manta. Si crees que el bebé tiene frío, vístelo con ropa más calentita como pijamas de una pieza que cubren los pies, o ponle un pelele de algodón de una pieza con una mantita especial encima que sirve para vestir al bebé por la noche. Esta mantita es una prenda que parece un suetercito sin mangas, pero tiene forma de bolsa cerrada por abajo, de modo que el bebé queda calentito dentro de ella, pero no hay posibilidad de que le tape la cara o la cabeza. Evita usar productos que prometen reducir el riesgo de muerte súbita, como los colchones especiales o los productos diseñados para que el bebé duerma en determinada posición. No se ha comprobado la efectividad de dichos productos o incluso que sean seguros.
No debéis dejar que el bebé duerma por largos periodos de tiempo en su portabebés. Esto es particularmente importante para bebés menores de 4 meses porque se pueden asfixiar si su cabeza se inclina demasiado hacia delante. Si el recién nacido se duerme en algunos de esos artículos, deben pasarlo a su cuna en cuanto lo crean conveniente.
Evitar calentar demasiado al bebé
Para evitar que el bebé se caliente demasiado mientras duerme, es importante no abrigarle mucho. Revisa cuántas capas de ropa estás usando tú para estar cómoda en determinado ambiente y evita ponerle más de una capa de ropa de las que tú llevas puestas. Las señales de que el recién nacido puede estar demasiado caliente incluyen transpiración y cabello húmedo. No cubras la cara o cabeza del recién nacido con gorritos. Excepto en el caso de los bebés prematuros, los recién nacidos no necesitan el gorrito que les dan en el hospital al segundo día de su nacimiento.
Dormir en la misma habitación que el bebé
La Asociación Española de Pediatría no recomienda que los padres compartan la cama con el bebé porque eso se vincula con un mayor riesgo de SIDS, incluso si las mamás amamantan o no fuman. Sin embargo, la AAP sí aconseja que mantengan al recién nacido en su cuarto. Varios estudios han mostrado que cuando un bebé está en su propia cuna, en la habitación de sus padres, el riesgo de muerte súbita es menor. Por lo tanto, una alternativa en lugar de llevar al bebé a la cama con los padres, es acostarlo en una cuna o en un moisés en la habitación de los padres, cerca de su cama.
El bebé debe recibir atención prenatal con regularidad
Una atención prenatal adecuada es fundamental para asegurar la salud del bebé y reducir el riesgo de un nacimiento prematuro o con bajo peso (que son factores de riesgo de SIDS). Informa a los padres que es importante que acudan a todas sus citas prenatales. Los estudios muestran que el riesgo de que un bebé sufra el síndrome de muerte súbita aumenta con cada fumador adicional de la casa, con la cantidad de cigarrillos fumados por día, y con la cantidad de tiempo de exposición al humo del cigarrillo.
Ofrécele al bebé el chupete cuando lo acuestes a dormir
La investigación ha demostrado que los chupetes pueden reducir el riesgo de SIDS, aunque no está muy claro cuál es la relación de causa y efecto. Debido a esta correlación, la AAP aconseja dar al bebé un chupete al acostarlo para una siesta o por las noches durante su primer año de vida. No es necesario ponerle de nuevo el chupete si se le cae durante la noche y, por supuesto, no es necesario forzar al bebé a usar uno si no le gusta. La AAP además recomienda que si piensas ofrecerle un chupete al bebé.
¿Dormir con el bebé en la cama puede aumentar el riesgo de muerte súbita?
Explicar a los padres que hay algunos expertos creen que hay razones convincentes para no acostar al bebé con la madre en la cama durante los primeros meses. En primer lugar, seguramente la cama no tenga almohadas, mantas y cubrecamas blandos, todos ellos son factores de riesgo para el SIDS. También es más fácil que el bebé se caliente demasiado mientras comparte su cama. Algunos estudios muestran que el compartir la cama con el bebé puede incrementar significativamente el riesgo de SIDS o sofocación en ciertas circunstancias. Entre éstas se incluyen;
- Cuando el niño es menor de 3 meses de edad
- Cuando se comparte la cama con una persona que fuma o si la mamá fumó durante el Embarazo
- Cuando se comparte la cama con una persona que está muy cansada o bien, que usa medicamentos sedantes o drogas
- Cuando se comparte la cama con una persona que no es la madre o padre del bebé, incluyendo otros niños o bien. También si el bebé duerme con más de dos personas en la misma cama.
- Cuando se comparte la cama en una superficie blanda como un sofá o una cama de agua o con ropa de cama blanda, incluyendo almohadas y edredones pesados.
Algunos expertos creen que dormir junto al bebé puede permitir a la madre responder más rápidamente a los cambios en la respiración y los movimientos de su bebé, una vez que se han eliminado los riesgos de fumar y dormir sobre la tripa. Y muchos padres se sienten cómodos con la idea de compartir su cama con el bebé y prefieren dormir así. Sin embargo, no hay ningún estudio que muestre una reducción en el riesgo de SIDS por compartir la cama.
Si los padres deciden compartir la cama con el bebé, debéis aseguraros de que el colchón se ajuste firmemente a la cabecera de la cama y que no quede espacio alrededor donde la cabeza del bebé pudiera quedar atrapada. También se sugiere que no duerman con el bebé en una superficie más blanda que una cama, como un sofá o sillón individual. Asimismo, deben mantener la ropa de cama pesada y esponjosa lejos del bebé. E incluso en la cama, hay que acostar al niño para que duerma de espaldas, sobre el colchón plano.
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